“Desclasificación Ovni” al estilo chileno
La manipulación del tema de los Ovnis, sigue...
Las Fuerzas Armadas de Chile, que se caracterizan por su disciplina y organización prusiana y corporativa, de poseer documentación clasificada secreta sobre posibles Ovnis que sobrevuelen sin permiso nuestro cielo patrio ¿A quien cree usted darían la información relevante sobre este asunto? ¿A la opinión pública? ¿Al Congreso Nacional? ¿Al Vaticano? ¿A las Naciones Unidas? y por último… ¿A los ufólogos de Chile? Permítanme dudarlo, y no por que los ufólogos de este país sean “chantas” sino por una simple razón de seguridad nacional, el tema seria tratado bajo secreto absoluto.
Más aún, en un país donde hace algunos años atrás, estuvimos a pocas horas de una guerra con un país vecino, y recuerden que la mayoría de la población no tenía ni idea, o sea, el aparato militar chileno funciona eficientemente cuando quiere ocultar algo grande. En el caso de los Ovnis, creo que existen razones y formas para hacer posible este encubrimiento, sea en forma discreta y jugando con ciertos organismos que dicen proceder de la oficialidad vigente, o con la recurrente “desinformación” provocando noticias desproporcionadas y desmedida sobre el tema en concreto. Todos los países del mundo utilizan “tontos útiles” y técnicas de inteligencia subliminales, y actúan con toda normalidad dentro de lo que denominamos “legalidad”. Esto es atribuible a otros episodios de la vida nacional. Por lo tanto, no es novedad lo que ocurre en Chile con respecto a estas “desclasificaciones” virtuales y para la galería, más aún, cuando se junta el binomio “ufólogos con algunos militares” de común acuerdo.
Las mayorías de las desclasificaciones en el mundo han sido “descafeinadas”. En España aún se discuten “desclasificaciones” y lo que ha significado después. Siempre ha sido lo mismo, los cuerpos uniformados jamás dejan contento a ningún curioso interesado en el tema, menos a un civil de la calle, y para que hablar de los ufólogos quienes se han ganado una reputación no muy adecuada en los últimos tiempos. Por lo menos, yo no les comunicaría ningún secreto que atañera a la seguridad del país, sin antes averiguar a quien tengo frente mío. Perdonen, mi desconfianza, pero yo no sé las intenciones de estas naves voladoras sin identificar.
Este tema tan manoseado en el mundo de los Ovnis, siempre ha sido utilizado, incluso por afamados investigadores, como es el caso de J.J. Benítez, que más de una vez mencionó tener datos muy importantes aportados a su persona por el difunto Augusto Pinochet, respecto al caso del ex Cabo Valdés. Nunca se ha logrado averiguar algo más de que trataba esta “información” clasificada como de alto “secreto de estado”. Seguramente, este asunto se convertirá pronto en otro best-seller del español ahora escritor.
Sin embargo, para los jóvenes recién llegados al tema de los Ovnis, y fanáticos sin planteamientos críticos, todavía resulta interesante y atractivo hablar de esta relación: Ovnis-militares. Esto lo saben ciertos “dinosaurios viejos de la ufología chilena” quienes ven la posibilidad de seguir navegando en este mundillo consumista a costa de los Ovnis. O sino vean el precio de la entrada de este evento anunciado hace poco en la capital. Los que llevan años en estos temas, saben que las imágenes mostradas en dicho evento, están más repetidas que las noticias sobre la Marlene Olivari y su esposo gruñón, e incluso algunas de estas imágenes “exclusivas” tienen un origen muy peculiar, por decir algo.
Por último, estoy hasta la coronilla con los famosos “seres voladores o paracaidistas de Maipú” espero cambien la película para los próximos eventos, y bajen el precio de la entrada para los “tontos útiles”, entre ellos… yo
Julián Lenguaraz.
23 de marzo de 2007
3 de marzo de 2007
El co-fundador de Puerto Montt, Comandante Buenaventura Martínez Díaz, testigo del fenómeno ocurrido a la cuadra de la isla Huar.
El avistamiento de Ovnis, en esta zona, se remonta a los días inmediatos a la fundación de la ciudad. Protagonista del suceso fue el propio co-fundador de Puerto Montt y Comandante del Bergantín de guerra "Meteoro" de la Marina de Chile don Buenaventura Martínez Díaz, quien mientras navegaba desde Ancud hacia el entonces llamado "Astillero de Melipulli", a la cuadra de la isla Huar, en la noche del 2 al 3 de diciembre de 1853 fue testigo del insólito suceso.
Según su propio relato, contenido en el "Parte del Comandante del Meteoro, de sus operaciones en las aguas del sud de la República" dirigido al Comandante General de Marina, fechado en Puerto Montt el 4 de diciembre de 1853, dice: "Los dos puertos que tenía en vista para pasar la noche al ancla i poner al Meteoro al abrigo de todo accidente, eran la puntilla de Tautil i la isla de Huar; i no siéndome posible arribar a uno ni a otro porque el viento no nos favorecía, tomé la providencia de bordear entre Huar i San Ramón".
"A las 9 de la noche reinaba ya una profunda oscuridad a pesar de estar el cielo despejado al occidente. El oriente tenía un aspecto tempestuoso, i pardos nubarrones nos ocultaban enteramente las cordilleras. De un repente un fenómeno ígneo de un brillo extraordinario, acompañado de un fuerte estrépito, surcó la nube en forma de centella, dando a todos los contornos la luz del día, dejándonos tres segundos después en la más profunda oscuridad".
El parte continúa dando cuenta de la navegación hasta llegar a Puerto Montt y del trabajo efectuado por la marinería en este puerto.
Es necesario otorgar al relato el beneficio de la duda en cuanto a la posibilidad de que lo observado fuese un fenómeno meramente natural, como un relámpago, por ejemplo. Pero, si hubiese sido así ¿no lo habría el Comandante consignado con la precisión de un experimentado hombre de mar? Con seguridad habría descrito una tormenta, el viento, el relámpago, el trueno, con el vocabulario propio de la gente que ha pasado toda su vida navegando.
Por el contrario el Comandante Martínez se nota profundamente impactado por lo sucedido. Por ello no sólo lo consigna en su bitácora, sino que lo informa a sus superiores; y no deja de expresarlo con frases de asombro: "brillo extraordinario" "como la luz del día", "surcó la nube en formas de centella". ¿Con cuáles palabras podría describir un Ovni un hombre que fue testigo del suceso cien años antes del primer avistamiento del tiempo contemporáneo? Fuente: El Llanquihue
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