El
asteroide 418135, o 2008 AG33, pasará mañana por el punto más cercano de su
órbita con respecto a nuestro planeta. Con 457 metros de largo, según el
laboratorio de propulsión a chorro, JPL, el 28 de abril se acercará a 3.240.000
kilómetros de la superficie terrestre. Según el mismo laboratorio, un asteroide
que pasa a menos de 0,05 unidades astronómicas de la Tierra, o a menos de 8
millones de kilómetros, se considera 'potencialmente peligroso'.
2008
AG33 tarda 1,77 años terrestres en dar una vuelta al Sol, y se mueve a una
velocidad de 10,39 kilómetros por segundo, según el centro de estudios de
objetos próximos a la Tierra (NEO). Este asteroide es de tipo Apollo, el tipo
de asteroide más comúnmente identificado. "El 62% de asteroides
identificados son de tipo Apollo. Estos objetos atraviesan la órbita de la
Tierra", explica Josep Maria Trigo, jefe de investigación de Meteoritos y
bólidos del Instituto de Estudios espaciales del CSIC, en su obra La Tierra en
Peligro.
La
trayectoria de 2008 AG33 puede seguirse con el simulador Eyes on Asteroids de
la NASA. El tránsito de asteroides se sigue de cerca por astrónomos tanto
profesionales como aficionados. Tanto la NASA como la asociación espacial
Europea ESA trabajan en proyectos de Defensa planetaria como DART o HERA,
programas con los que se pretende calcular cómo desplazar la trayectoria de
asteroides que puedan chocar contra nuestro planeta.
La
Defensa Planetaria también tiene otras implicaciones más allá de la ciencia o
la tecnología. Científicos dedicados a la predicción de colisiones también se
preparan para un escenario en que no se pueda esquivar el impacto de
asteroides, desde una perspectiva jurídica, social, territorial y económica.
Según la NASA, no será el caso de 2008 AG33, con una muy baja probabilidad de
colisionar contra la Tierra, según la NASA.
La Vanguardia