Aunque apenas se ha
movido del sitio donde aterrizó y aún prueba todos sus sistemas antes de
embarcarse en su viaje de dos años sobre la superficie de Marte, el Perseverance ya
ha hecho sus primeras 'indagaciones' sobre el suelo del planeta rojo. Mientras el
rover de la NASA espera a que su compañero Ingenuity, el primer helicóptero que
volará en un mundo extraterrestre, realice su primera maniobra, sus
instrumentos científicos han encontrado una extraña roca de color
verdoso cerca de su posición. Un cuerpo bastante llamativo que tiene a
todo el equipo científico «intercambiando múltiples hipótesis» sobre qué
puede ser aquella piedra de unos 15 centímetros de largo y cuál puede ser su
origen.
Así se afirma desde la cuenta de Twitter del Perseverance, en donde también se indica que se están llevando a cabo las primeras pruebas para obtener pistas acerca de la misteriosa roca. «¿Se trata de una roca local desgastada? ¿Es un trozo de Marte que llegó hasta allí por un impacto de un meteorito? ¿Es un meteorito? ¿O es algo más?», continúa el hilo, dejando entrever alguna de las hipótesis que maneja el equipo.
«Si miras de cerca, es
posible que veas la fila de marcas de láser que hice para
obtener más información», señala el tuit refiriéndose a unas pequeñas muescas
en fila situadas en la parte central derecha de la piedra que apenas son
perceptibles. Esas marcas fueron creadas por el láser del instrumento
SuperCam, una de sus principales herramientas para encontrar vida en Marte.
Este equipo proporcionará detalles sobre la composición de la extraña roca para
averiguar si se trata de una roca del lugar o si fue transportada allí desde
algún otro sitio. Porque, por ejemplo, si no se formó en su ubicación actual,
una hipótesis podría ser que el agua que algún día se supone circuló por el
antiguo delta de Jezero la transportó hasta esa ubicación; o también podría ser
un meteorito, igual que el que localizó el rover Curiosity en
2014.
SuperCam es uno de los siete instrumentos del rover. Se encuentra en la parte del mástil y es capaz de enviar disparos láser a las rocas con una distancia de hasta siete metros. Con el disparo se crea una nube de roca vaporizada cuya composición puede ser analizada gracias a las cámaras y espectrómetros que posee el instrumento, que ya ha sido probado en otras rocas con éxito (aunque no eran tan extrañas como esta).
Sea como fuere, el nuevo rover de la NASA ya muestra un camino por delante muy prometedor. Y quizá parte de esta roca sea una de las elegidas por el equipo científico para guardarse en el interior de Perseverance hasta que una futura misión prevista para finales de esta década (y en colaboración con la Agencia Espacial Europea) recoja los tubos repletos de muestras para traerlos a la Tierra y ser analizados en nuestros laboratorios. ABC