Del mismo modo en que
nosotros, desde la Tierra, hemos detectado ya varios miles de planetas
alrededor de otras estrellas, una hipotética civilización alienígena podría
haber detectado nuestra presencia. ¿Pero desde qué posiciones en el espacio
sería eso posible? ¿Y cuáles son exactamente las estrellas desde las que sería
más fácil encontrarnos?
Con esa idea en sus mentes, Lisa
Kaltenegger , directo ra del Instituto Carl Sagan en la
Universidad de Cornell, y Joshua Pepper , físico de la
Universidad de Lehigh, decidieron hacer los cálculos y descubrieron que, a
nuestro alrededor, existen 1.004 sistemas estelares especialmente «afortunados»
desde los que los extraterrestres, si es que existen, podrían estar
observándonos desde la distancia.
Cada uno de esos sistemas, en
efecto, tiene una línea de visión directa de nuestro planeta y muchos están,
además, lo suficientemente cerca de nosotros como para detectar incluso los
rastros químicos que deja la vida terrestre. Las conclusiones del estudio
acaban de publicarse en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society .
Las 1.004 estrellas
identificadas por los investigadores están dentro de la llamada «secuencia
principal», es decir, son similares a nuestro Sol y podrían tener en órbita
mundos similares a la Tierra. Ninguna de ellas, además, está a más de 300 años
luz de distancia, lo que las convierte en «vecinas» que habitan nuestra misma
región de la Vía Láctea. La más próxima a nosotros, en efecto, está apenas a 28
años luz de distancia.
«Invirtamos la situación y
preguntémonos desde qué puntos de vista privilegiados podría detectarse la
Tierra por el método del tránsito», explica Kaltenegger. Un planeta en tránsito
es aquel que pasa por delante de una estrella que está en la línea de visión de
la Tierra, oscureciendo levemente su brillo, revelando su presencia y dando
pistas sobre la composición y el tamaño del planeta.
¿Cuáles son, pues, esos
sistemas estelares desde los que resultaría más fácil encontrarnos? Para
averiguarlo, Pepper y Kaltenegger elaboraron la lista de las 1.004 estrellas
más cercanas utilizando el catálogo de exoplanetas en tránsito del satélite
TESS, de la NASA.
Si en algunas de las estrellas
de la lista hubiera observadores que estuvieran buscando, prosigue la
investigadora, «podrían ver signos de una biosfera en la atmósfera de nuestro
´punto azul´. Incluso podemos ver algunas de esas estrellas, las más
brillantes, en nuestro cielo nocturno sin necesidad de binoculares o
telescopios».
Alrededor del 5% de las 1.004
estrellas seleccionadas en el estudio son probablemente demasiado jóvenes para
que haya evolucionado la vida inteligente, suponen los investigadores, incluso
si un planeta con condiciones habitables las orbitara. Pero el 95% restante
pertenece a categorías de estrellas que pueden sustentar la vida durante miles
de millones de años. Y eso, por lo menos en la experiencia de la
Tierra,significa que es un tiempo lo suficientemente largo como para que la vida
inteligente evolucione.
Buscar exoplanetas, a pesar de
todos los que ya hemos encontrado, no resulta sencillo. De todos los
exoplanetas existentes, en efecto, sólo una pequeña parte se alineará con
nuestra línea de visión para que podamos verlos transitar a sus estrellas. El
resto, aunque estén «ahí mismo» serían imposibles de ver desde nuestra
posición. Por eso era tan importante localizar con exactitud las estrellas que
tuvieran a la Tierra justo en su línea de visión. «Todas las más de mil
estrellas que identificamos en nuestro artículo -dice Pepper- podrían ver
nuestra Tierra transitar por el Sol, y eso es algo que llamaría su atención».
Para los investigadores, en
efecto, si «alguien» ahí arriba ha detectado ya la Tierra y su vibrante
atmósfera, sentiría sin duda una gran curiosidad, igual que nos sucedería a
nosotros si encontráramos un planeta parecido al nuestro.
«Si estamos buscando vida
inteligente en el Universo -concluye Kaltenegger- alguien podría estar haciendo
lo mismo y encontrarnos. Y tal vez quiera establecer contacto. Acabamos de
crear el mapa estelar de los sitios en los que deberíamos mirar primero».
Para los investigadores, pues,
el siguiente paso que deberíamos dar está claro: centrar nuestras operaciones
de búsqueda de vida inteligente en las 1.004 estrellas identificadas en su
estudio. Puede que así, escriben, tengamos por fin un golpe de suerte.
ABC
- José Manuel Nieves