SE CUMPLEN CIEN AÑOS AÑOS DE SU HALLAZGO
El meteorito más extraordinario del mundo fue descubierto
en el norte de Namibia en 1920. Con unpeso de más de 61 toneladas, es la mayor
pieza natural de hierro de las encontradas en el planeta
El meteorito más extraordinario del mundo fue descubierto
en el norte de Namibia en 1920. Con un peso que supera las 61 toneladas, es la
mayor pieza natural de hierro de las encontradas en nuestro planeta.
Sorprendentemente, no hay indicios de cráter a su alrededor.
CAÍDO DEL CIELO
El mayor meteorito de una pieza se descubrió hace un
siglo en la granja Hoba West del norte de Namibia. Conocido como 'meteorito
Hoba', este impresionante bloque de hierro (realmente es una aleación de
hierro-níquel) tiene una peculiar forma rectangular de 3 x 3 x 1 metros y un
peso que supera los 61.000 kilos. Se estima que fue formado hace unos 300
millones de años y que cayó en la Tierra hace menos de 80.000 años.
El Hoba fue descubierto yaciendo horizontalmente sobre un
terreno llano con su cara superior a ras del suelo. El lugar está situado a
unos 20 kilómetros al oeste de Grootfontein y a 65 kilómetros al sudoeste de la
ciudad minera de Tsumeb; puede localizarse con Google Maps en este enlace.
Excursión geológica al Hoba en 1929.L.G.
Spencer/P.E.Spargo
A lo largo de los 100 años transcurridos desde su
descubrimiento, estudiosos, coleccionistas y vándalos desprendieron o cortaron
numerosos trozos del fenomenal trozo de hierro. Se conocen hoy 18 pedazos del
Hoba en diferentes colecciones distribuidas por todo el mundo. Sin embargo, se
calcula que, en total, tan solo se han desprendido unos 25 kilos del meteorito
original.
Afortunadamente, el meteorito, junto con la extensión de
terreno de unos 25 metros de diámetro que lo rodea, fue declarado monumento
nacional en 1955 por el gobierno de Namibia (conocida en esa época como África
del Sudoeste), lo que ha permitido preservarlo, tal y como estaba entonces,
hasta nuestros días.
En los años 1920, ya se había excavado una zanja
alrededor del meteorito. En los 1980, el propietario de la granja lo donó al
gobierno de Namibia que construyó entonces una especie de amplio anfiteatro a
su alrededor, e incorporó elementos explicativos. Hoy sigue siendo una
importante atracción turística.
ATAXITA
Aunque actualmente hay establecidos unos complicados
esquemas de clasificación, tradicionalmente los meteoritos se han catalogado en
tres grandes grupos: rocosos (aerolitos), metálicos (sideritos) y
rocoso-metálicos (litosideritos). Obviamente, el de Hoba pertenece a la clase
de los meteoritos metálicos. Debido a su composición y a su alta densidad estos
meteoritos sufren menos ablación, por fricción atmosférica, que los de las
otras clases y, por ello, suelen ser de mayor tamaño.
Los meteoritos metálicos se clasifican, a su vez, de
acuerdo con su composición. El meteorito Hoba pertenece al grupo de las
ataxitas, que se caracterizan por su alto contenido en níquel (16 %), también
tiene trazas de cobalto y una abundancia muy baja de elementos volátiles.
¿DÓNDE ESTÁ EL
CRÁTER?
Además de su descomunal tamaño, lo primero que llamó la
atención del Hoba es la ausencia de un cráter a su alrededor. No hay una
explicación clara para ello, aunque se pueden aventurar varias hipótesis.
En primer lugar, recordemos la forma tan regular del
meteorito, con caras rectangulares tan lisas. No es imposible que esta forma
plana tan peculiar permitiese al meteorito ser frenado eficazmente en la
atmósfera. E incluso, si hubiese caído rasante, rebotar ligeramente primero
sobre la superficie de la atmósfera y luego sobre el suelo, de manera similar a
como lo hace una piedra cuando la lanzamos sobre la superficie del agua en el
popular juego de la rana.
Pero también es posible que el bloque metálico hubiese
caído sobre una masa de hielo y que el agujero formado hubiese desaparecido al
fundirse el hielo.
OTROS
SUPERMETEORITOS
Sea como fuere, el meteorito de Hoba es un objeto
fascinante y absolutamente excepcional. Los pesos de los tres meteoritos que le
siguen no llegan a la mitad del peso del primero.
Dos de estos meteoritos, que rondan las 30 toneladas, y
que son especialmente interesantes son el Gancedo -que fue descubierto no hace
mucho: en septiembre de 2016- y El Chaco. Ambos formaron parte de una fenomenal
lluvia de meteoritos que tuvo lugar sobre un sitio un tanto surrealista
conocido como Campo del Cielo, en Argentina. Es una franja alargada de terreno,
de unos 3x18 kilómetros, en la que ya se han encontrado 26 cráteres y numerosos
meteoritos que suman una masa total de unas 100 toneladas. Muy posiblemente,
son fragmentos de un mismo cuerpo original que pudo tener unos cuatro metros de
diámetro y que se rompió al caer en la Tierra.
Los meteoritos de hierro constituyen el 5% de todos los
meteoritos conocidos. Se cree que proceden de asteroides metálicos (llamados de
tipo M), los cuales, a su vez, son trozos del núcleo metálico de otros
asteroides mayores que fueron fragmentados por grandes impactos en las primeras
fases de evolución del sistema solar. El mayor asteroide metálico, Psyque,
tiene un tamaño de unos 200 kilómetros y está situado en el gran cinturón de
asteroides que hay entre las órbitas de Marte y Júpiter. Este asteroide será
estudiado de cerca por una nave espacial -también llamada Psyque- que será
lanzada por la NASA hacia 2022 para llegar a sobrevolar el asteroide en 2026.
El estudio de la composición y edad de diferentes tipos
de meteoritos es de gran ayuda para reconstruir los procesos físicos y químicos
que tuvieron lugar durante la formación y evolución temprana del sistema solar.
EL MUNDO
RAFAEL BACHILLER
Director del Observatorio Astronómico
Nacional (Instituto Geográfico Nacional) y académico de la Real Academia de
Doctores de España.