EL OVNI QUE SE ESTRELLÓ EN LA COSTA ATLÁNTICA ANTE LA
INCRÉDULA MIRADA DE UNOS PESCADORES CANADIENSES
El país norteamericano presenta una moneda conmemorativa
de la presunta caída de una nave extraterrestre en octubre de 1967
Para deleite de los coleccionistas y de los adeptos a la
ufología, la Real Casa de Moneda de Canadá presentó el martes una pieza sobre
el denominado incidente Shag Harbour, uno de los casos de ovnis más célebres en
la historia del país. La moneda, de forma rectangular y fabricada en plata
pura, muestra a un grupo de pescadores observando la caída de una nave
extraterrestre sobre aguas atlánticas la noche del 4 de octubre de 1967. Se
acuñaron 4.000 ejemplares. Cada unidad tiene un precio de 129,95 dólares
canadienses (unos 89 euros).
La moneda pesa una onza (28 gramos) y presenta detalles
en varios colores. Los compradores de la pieza reciben también una pequeña
lámpara de luz ultravioleta. Al proyectar el haz sobre la moneda, la nave
desaparece, pero no los cuatro destellos anaranjados que varios testigos
afirmaron haber visto hace poco más de medio siglo. “Me pareció fascinante
pensar en las fuertes emociones que experimentaron las personas que estuvieron
presentes en el evento”, afirmó Pandora Young, diseñadora de la pieza, en un comunicado
difundido por la Real Casa de Moneda de Canadá.
Shag Harbour es una población ubicada en la provincia de
Nueva Escocia. Alrededor de las once de la noche del 4 de octubre de 1967,
varios de sus residentes dijeron haber visto unas extrañas luces en el cielo.
Poco tiempo después, según los artículos de prensa de la época, constataron que
dichas luces provenían de un objeto volador de unos veinte metros de diámetro
que se precipitó sobre el mar. Tres agentes de policía se dirigieron a la
costa, desde donde vieron con otras personas cómo la supuesta nave se hundía.
“Se escuchó un silbido, que se hacía cada vez más intenso, de algo en caída
libre”, contó Peter Goreham a la revista Maclean’s en 2014; tenía 13 años
cuando ocurrió el evento.
A la izquierda, la moneda conmemorativa. A la derecha, la misma moneda expuesta a la luz de una lámpara ultravioleta.
ROYAL CANADIAN MINT
Una embarcación del servicio de guardacostas y varios
botes pesqueros navegaron hasta la zona del hundimiento. No encontraron restos
de la nave; solo constataron una capa de espuma amarillenta de la que emanaba
olor a azufre. Las pesquisas continuaron días después, aunque sin resultados.
Las autoridades civiles y militares aseguraron que no se había informado de la
desaparición de ninguna aeronave el día del incidente. “Nave extraterrestre cae
al agua”, publicó a ocho columnas The Shag Harbour Gazette.
Unas 2.500 personas visitan cada año el Centro de la
Sociedad del Incidente OVNI de Shag Harbour. También se puede contemplar, desde
un punto de la costa, el sitio donde se hundió el platillo. No es el único
destino de interés en Canadá para los fanáticos de lo paranormal. La localidad
de Magog (Quebec) presume a Memphré, una criatura que, de acuerdo con los
testimonios, es muy parecida a la del lago Ness.
La moneda conmemorativa de la supuesta nave
extraterrestre no duró mucho. Los ejemplares, que se vendían a través de
Internet y de una línea telefónica, se agotaron en menos de 24 horas. Algunas
piezas, sin embargo, podrán adquirirse en el festival anual de los ovnis de
Shag Harbour, que se celebrará del 4 al 6 de octubre. Otras más serán sorteadas
por la Real Casa de Moneda de Canadá. A su vez, un pequeño lote se pondrá a la
venta en las tiendas que tiene esta institución en Ottawa y Winnipeg.
La pieza de plata es la segunda que acuña la Real Casa de
Moneda de Canadá para su colección Misterios en suelo canadiense. La primera,
puesta a la venta el año pasado, abordaba la historia de Stefan Michalak, un
habitante de la provincia de Manitoba que declaró haber visto dos ovnis cerca
de Falcon Lake en mayo de 1967. Michalak presentaba quemaduras en el pecho,
supuestamente provocadas por el rayo luminoso de una de las naves. En junio de
2018, una encuesta de la firma Léger arrojó que el 39% de los canadienses cree
en los extraterrestres.
Fuente: El País