ASTRÓNOMA CHILENA BUSCA UN PLANETA SIMILAR A LA TIERRA EN
PROYECTO DE LA NASA
Bárbara Rojas-Ayala. Ese es el nombre de la astrónoma
chilena que trabaja en un importante proyecto de la Administración Nacional de
la Aeronáuta y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), organismo
estadounidense reconocido por los avances astronómicos que ha logrado a través
de los años.
La especialista nacional, doctora en astronomía de
Cornell University y docente de la Universidad Andrés Bello, está analizando
los astros conocidos como enanas rojas, con el objetivo de encontrar un planeta
con características similares a la Tierra. Esto, en el marco de la misión
espacial TESS
Las enanas rojas tienen una apariencia de esferas opacas
que, en general, orbitan en otro astro que impide visualizarla simplemente, a
pesar de los instrumentos astronòmicos, debido a los niveles de luminosidad.
El estudio de estos cuerpos celestes es trascendental en
la ciencia debido a que, a través de estos, es posible encontrar otros que
están más esconocidos y que podrían resultar susceptibles de parecerse a
nuestro planeta. ¿Cómo? A través del estudio de la luz que emiten y la
detección de los movimientos en el espacio.
“Los planetas que rodean a las estrellas son más pequeños
que elas, por esto al orbitarlas van cubriendo parte de su superficie
(produciendo una especie de eclipse) y eso hce que nos lleguen menos fotones.
Monitoreando el decaimiento de su luminosidad encontramos nuevos planetas”,
explicó la experta al diario de circulación nacional Las Últimas Noticias.
Añadió que, además, las detectan identificando “el baile
de la estrella alrededor del centro de masa, porque ese movimiento se produce
cuando tiene un planeta orbitándola”.
Según especificó Rojas-Ayala, es probable que gran parte
de las enanas rojas que ocupan algún lugar del Universo tengan en su órbita un
planeta rocoso y, algunos de estos, podrían tener características de habitables
hasta el punto de presentar agua líquida.
Eso sí, aclara que estas condiciones no son suficientes
para asegurar que haya vida, pues las “enanas rojas podrían parecer
inofensivas, la verdad es que son súper activas, tienen erupciones estelares”,
explica la astrónoma. Esto implica que periódicamente emitan altas cantidades
de radiación que afectan a los astros más cercanos.
Se estima que en la Vía Láctea hay cerca de 250 mil
estrellas, de las que un 70% sería enana roja. Con esto, la experta sentencia
que “se pensaba que un planeta como la Tierra se podría encontrar en una
estrella como el Sol y, en verdad, nosotros estamos encontrando más planetas
similares al nuestro alrededor de las enanas rojas”.
Fabian Barria
Biobiochile
