15 de enero de 1920, Barcelona (España)
Las circunstancias en la vida de las personas son diversas y extrañas. Estas hicieron que conociera aquella mañana muy temprano la noticia de la muerte de mi amigo e investigador español Antonio Ribera Jordá. Mi mente recuerda nuestras conversaciones sobre Chile y los casos en su casa de Sant Feliu de Codines rodeado de sus perros y gatos. Eran momentos donde se vibraba con la ufología casi romántica en aquellos años y donde pensábamos que estábamos muy cerca de descubrir el misterio de los "no identificados"
Un detalle recuerdo esa mañana pues quedo en mi mente. El llanto desconsolado en el llamado teléfono que le realicé a mi buen amigo Moisés Garrido a Huelva cuando le di la noticia. Su sensibilidad le afloró en forma desbordante no sabía de decirle. Fueron momentos que nunca he olvidado. Moisés sigue siendo uno de los grandes y su amistad con Ribera siempre ha estado presente en su vida.
El cartel que exponemos es el homenaje que le realizamos a este insigne investigador español en el Centro Catalán de Santiago, donde como anécdota puedo decir al paso del tiempo, que hicimos "trámites" para que la bandera española, estuviera al lado de la chilena y junto con la bandera catalana también. Las tres juntas como debe ser en un país republicano como el nuestro. Conociendo a Antonio Ribera sabíamos que era un catalán universal y que pasaba de fronteras, politiqueos, y mediocridades similares tan en boga en el mundo de hoy.
Sinceramente, creo que lo hicimos bien. Quedo para la historia del IIEE de Chile.
Recordar a los amigos siempre es reconfortante, más si han marcado nuestras vidas.
Raúl Núñez