MILITAR PIONERO EN
LA INVESTIGACIÓN DE ESPAÑA
En esta exposición queremos
mencionar la figura de un militar español que sí se involucró totalmente en la
investigación de los Ovnis siendo un pionero en la investigación independiente
y que se convirtió en el primer militar de la Península que investigó por
cuenta propia el FOVNI. Se trata de Antonio González Boado.
La historia de este militar este
llena de incógnitas y enigmas que nunca se han podido descifrar, sólo una
investigación por parte del Ejército del Aire de España que no haya llegado a
nuestro conocimiento, podría traer más luz a una serie de circunstancias
oscuras que rodean su desaparición en el Mar de Alborán el 1 de Julio de 1969.
Primeramente debemos mencionar que
el Mar de Alborán donde desapareció Antonio González Boado, ubicado al sureste
español, frente a las costas de Almería, es conocido por su gran cantidad de
desapariciones aéreas sin explicación aparente. En los años 1960 y principios
de los setenta hubo varias desapariciones de aviones en la zona, incluso el
autor Antonio Ribera la incluye entre los “doce triángulos de la muerte”
existentes en el mundo, según su opinión.
Antonio González Boado, tenía una
gran pasión por el tema de los Ovnis y algunos trabajos suyos habían sido
publicados en la Revista de Aeronáutica y Astronáutica del Ministerio del Aire.
Se puede suponer que realizó otros trabajos referente al tema de los Ovnis y
que fueron presentados a este organismo militar, pero, hasta el día de hoy no
hay noticias al respecto. Su juventud y su valentía lo llevaron a expresar
abiertamente su convencimiento que los Ovnis eran de origen extraterrestre.
En aquella época en España ser
investigador de temas extraños, fuera de lo oficial y cotidiano, era visto de mala forma y las desconfianzas
resaltaban de inmediato. González Boado, suponemos que se hizo notar en una
época oscura de España o una serie de circunstancias y coincidencias se dieron
para que este militar entrara en un túnel y su muerte nunca haya sido aclarada.
El día 1 de Julio de 1969 justamente
cuando comenzaba sus vacaciones estivales, recibe una orden superior que
retrase sus vacaciones. Debe hacer una misión de reconocimiento y rápidamente
junto al resto de la tripulación despega de la Base Aérea de Jerez de la
Frontera.. La misión consiste en fotografiar y localizar supuestos barcos rusos
que según se cree, se encuentran en la zona en misión de espionaje. El avión
que despega es un Grumman, hidroavión que es conocido en círculos aeronáuticos
como “ataúd volante” El hidroavión desapareció y nunca se encontraron sus
restos, según se sabe por algunos investigadores andaluces, como Julio
Marvizón, que existe una cinta de control aéreo, quienes captan sus últimas
palabras:
¡Vamos hacia un gran Sol!
