ABDUCCIÓN DEL “CABO” VALDÉS, EL MISTERIO SIGUE VIVO
Es uno de los casos más emblemáticos de la ufología mundial.
Una patrulla del Ejército de Chile se enfrentó a lo desconocido
Investigadores nos entregaron sus opiniones y comentan la versión dada hace una semana por uno de los protagonistas del suceso Escritor español Juan José Benítez señaló a "El Día", que el cabo Valdés aún no recuerda lo vivido la madrugada del 25 de abril de 1977
Durante los últimos 35 años, se han tejido las más variadas historias para explicar lo ocurrido en la Pampa Lluscuma (Putre), el 25 de abril de 1977. Ese día, un grupo de jóvenes conscriptos del Ejército se enfrentó a un fenómeno que cambiaría sus vidas para siempre.
Los primeros relatos de los protagonistas indicaban que una misteriosa luz se tragó al cabo Armando Valdés Garrido. Su regreso, tras 15 minutos de angustia de sus compañeros, fue mucho más traumático.
Con una barba crecida y su reloj adelantado en cinco días, Valdés se convierte en uno de los abducidos más importantes de Chile y del mundo. (Ver recuadro) Se han realizado cientos de reportajes, escrito libros, realizado documentales con su historia.
Hoy, el caso nuevamente salta a la palestra, pues el ahora suboficial en retiro Armando Valdés decide contar su verdad y desmentir lo de su supuesta abducción. Esto lo realizó en el marco del Segundo Encuentro de Ufología realizado en la comuna de Maipú.
Los hechos
Eran las 03.40 de la madrugada y pese a la impenetrable oscuridad del desierto, los jóvenes conscriptos Pedro Rosales y Juan Reyes corrían hasta donde se encontraban sus compañeros de patrulla:
“¡Dios mío, qué es eso! ¡Miren la luz brillante que hay en el cerro!”
Alertados por los gritos de Rosales, los soldados reunidos en torno a una fogata, lo miraron sorprendidos y de seguro deben haber pensado que bromeaba. Pero la cara de espanto que tenían los agitados conscriptos, no dejó lugar a dudas de que “algo” estaba ocurriendo...
Con esas palabras, el joven soldado daba comienzo a uno de los casos más discutidos a nivel mundial. Poco después, el cabo segundo de Ejército, Armando Valdés Garrido, desaparecía por 15 minutos luego de acercarse a un gigantesco ovni. Su testimonio fue ratificado por los siete miembros de la patrulla que lo acompañaban aquella noche.
La noche en Putre, un pueblo ubicado en la pre cordillera desértica de la Primera Región, a unos 150 kilómetros de Arica, se vio interrumpida por las palabras del agitado conscripto Pedro Rosales. Su superior lo conminó a explicarse y atropelladamente el joven soldado le dijo que dos extrañas luces se aproximaban a lo lejos, sobrevolando los cerros. Valdés no tardaría en comprobarlo por sí mismo.
Pedro Rosales se encontraba junto a Juan Reyes montando guardia en una pequeña pendiente cercana, cuando algo extraño llamó su atención: “¡Miren esas dos luces, una está bajando y la otra se quedó en el cerro!” De inmediato, el resto del grupo se dirigió hacia donde indicaba el conscripto, y tras un breve recorrido, se encontraron con lo inexplicable... una inesperada visita aguardaba por ellos; la patrulla quedó paralizada por el terror.
En esos momentos, una de las luces avanzó directamente hacia ellos, mientras el otro objeto se mantuvo a distancia. Ambos ovnis irradiaban una potente luz color violeta.
El cabo Valdés miró su reloj, eran las 3.45. Mudos testigos del hecho fueron los siete conscriptos de la patrulla que Valdés tenía a su cargo, la que estaba compuesta por Humberto Rojas, Germán Riquelme, Iván Robles, Pedro Rosales, Raúl Salinas, Juan Reyes y Julio Rojas.
Valdés juntó a sus hombres y se colocaron en posición de combate.
“¡Si algo pasa, que nos pase a todos juntos!”, dijo el cabo.
Todos asintieron, víctimas de un pánico indescriptible. Agazapados, le sacaron el seguro a sus armas y Valdés decidió avanzar hacia la luz, que se encontraba a unos 500 metros de distancia. Caminó hacia el ovni y atemorizado exclamó: ¡Alto ahí, identifíquense!
Sorpresivamente, Valdés desapareció de la vista de la patrulla. El reloj marcaba las 04.15 de la madrugada.
Luego de 15 desesperantes minutos, que se hicieron eternos para los asustados soldados, el cabo Valdés reapareció ante la incredulidad de sus compañeros: Lo levantaron y lo llevaron a la fogata. Estaba como en trance, empezó a reírse y tenía la voz cambiada. Fue en esos momentos cuando exclamó la célebre frase, que más tarde daría vueltas al mundo: “¡Ustedes nunca sabrán quienes somos ni de dónde venimos, pero volveremos!”.
Después de estas enigmáticas palabras, Valdés volvió en sí y sólo repetía una y otra vez: La luz... la luz... la luz... la luz. Finalmente se tranquilizó entregándose al sueño.
Su reloj se había detenido a las 4.30 de la madrugada, hora en que reapareció, pero el calendario indicaba el 30 de abril, fecha posterior en 5 días. Su barba era también de 5 días, aunque se había afeitado esa misma noche, antes de comenzar su guardia. Sus subordinados no podían dar crédito a lo que veían, pero estaban seguros de que habían sido protagonistas de un hecho único, que les cambiaría la vida para siempre.
Esa es la versión que se conoció hasta ahora del llamado Caso Valdés.
“Nunca fui abducido”
Era el plato fuerte del Segundo Encuentro de Ufología realizado el pasado 15 y 16 de febrero en la comuna de Maipú. Por ello el recinto del Teatro Municipal de esa comuna estaba lleno. El cabo Armando Valdés Garrido, después de 35 años, contaba su verdad sobre esos minutos en los que sus hombres aseguran que estuvo perdido. La presentadora advierte que haría su presentación, pero no aceptaría preguntas.
Tal y como lo hizo en 1999 en el Programa “De Pe a Pa” de TVN, que conducía Pedro Carcuro, utilizó una pizarra en la que fue narrando lo ocurrido en la Pampa Lluscuma. Describe la aparición de dos luces y la forma en que sus conscriptos enfrentaron el fenómeno. Hasta allí, todo era conocido.
Sin embargo, más adelante confiesa su verdad. “Nunca fui abducido”. El ahora pastor de la Iglesia Evangélica contó que cuando todos pensaban que había sido secuestrado por una de las misteriosas luces, él estaba a un costado de las pircas, mirando a sus hombres mientras lo buscaban. Es decir, les estaba jugando una broma.
Más adelante, confiesa que su aparición la hizo saltando una de las pircas. “Por eso mis hombre creen que caí del cielo”. Esta confesión generó la inmediata reacción de los investigadores y seguidores del tema.
Uno de ellos fue Rodrigo Fuenzalida, investigador y presidente de la Agrupación de Investigaciones Ovniológicas (AION), quien asegura que el ex militar ha caído en constantes contradicciones.
“Mucha contradicción, es cosa de ir viendo los registros de su relato, desde la entrevista de Pablo Honorato (periodista chileno), donde sale de boca de él la hipótesis del secuestro y la amnesia, pasando por la entrevista de Agostinelli (periodista argentino), donde dice que nunca fue abducido, luego a Iker Jiménez (periodista español) el 2008 donde da a entender que algo pasó, y ahora que dice que nada pasó... urge más que nunca la declaración del resto de la escuadra. Lejos de estar cerrado el caso, simplemente la colaboración de todos los protagonistas nos permite dar luz sobre el suceso”, indicó.
J.J.Benítez
Uno de los investigadores extranjeros que más ha investigado este caso, es sin duda el escritor español Juan José Benítez. Tanto fue su interés que logró conseguir una autorización de parte del entonces comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet.
De dichas reuniones, Benítez habría logrado rearmar la historia de Valdés de manera casi completa. También asegura haber obtenido una copia del expediente “secreto” del caso. Pese a todo ello, el escritor del famoso Caballo de Troya señaló no estar muy convencido de realizar un libro exclusivo con la experiencia de Valdés.
Desde España, habló con "El Día" y entregó su particular visión de la postura que hoy tiene Armando Valdés. “El caso del cabo Valdés ya es un clásico. Creo que el hombre tuvo una experiencia, pero él no la recuerda. No es habitual que un testigo ovni sufra alteraciones del tiempo (cinco días). Hablé con él en Santiago y en Temuco. También con alguno de los miembros de la patrulla y otros vecinos, testigos de las luces”, señaló el escritor.
Benítez también confirmó que recibió información confidencial del caso. “Una carpeta que me entregada por el general Pinochet. Creo que Valdés no sabe lo que realmente sucedió. A la religión que profesa Valdés no le interesa el tema ovni”, dijo Juan José Benítez, autor de más de 40 libros sobre el tema.
Otro profesional de la prensa que tuvo una relación muy cercana con Armando Valdés y que hoy ha entregado su opinión de este vuelco en el caso es Daniel Trujillo. “Tuve la oportunidad de ser el primer periodista que habló con Armando Valdés desde 1977, cuando su caso quedó archivado al más alto nivel en el Ejército. Aún estaba en servicio activo, más de 20 años después, en el regimiento Las Bandurrias de Coihaique. Este simple suboficial dependía directamente del comandante en Jefe desde el incidente en la Pampa Lluscuma, primero de Pinochet, luego Ricardo Izurieta, algo del todo insólito y excepcional, inexplicable en circunstancias normales, por cierto. Obviamente no conseguí autorización formal para acceder a él, por eso simplemente lo abordé en la vía pública”, indicó.
Más adelante el periodista entrega un detalle inédito sobre el interés de Valdés por el tema ufológico. “Pese a ello, pudimos conversar con tranquilidad y simpatizamos. Diría que Valdés y yo trabamos cierta amistad luego de ese encuentro y en muchas ocasiones posteriores hablamos de lo ocurrido. El siempre mantuvo que algo excepcional había ocurrido, algo que para mí es indudable, pero lo interpretaba como “cosa del demonio”, dada su profunda convicción religiosa. Cuando se le exponían ciertos antecedentes, dudaba. Otra cosa evidente es que el tema ufológico le fascinaba, aunque no lo reconociera, y al mismo tiempo, lo aborrecía”, afirmó a El Día.
Finalmente, Daniel Trujillo, entrega su opinión sobre esta nueva versión del ex uniformado. “Creo que sus palabras, tanto entonces como ahora, no tiene ningún valor, porque ciertamente no recuerda ningún detalle de esa madrugada. Estoy convencido, por razones que no viene al caso detallar ahora, de que fue sometido a algún tratamiento de lavado de cerebro mientras estuvo recluido durante meses en el Hospital Militar. Sé que incluso personal extranjero participó en esas “sesiones”. Pienso que hoy Armando Valdés tiene otras presiones adicionales para decir lo que ha dicho, probablemente de la Iglesia Evangélica, aunque no es la única. Me consta que siempre ha habido gente cerca suyo con la capacidad de “controlarlo” y reforzar la memoria o, en este caso, creencia falsa de lo que vivió. Personal especializado convenientemente dispuesto, por así decirlo. La paradoja es que en el famoso Caso Valdés, el testimonio del propio protagonista es lo menos relevante. Hay otros antecedentes que valen mucho más la pena”, finalizó Trujillo.
Finalmente, todos los investigadores y quienes han estado cercanos a este tema, coinciden en señalar que el caso hoy permanece más abierto que nunca. Además, señalan que la versión de los otros miembros de la patrulla cobra más importancia que nunca. La abducción más importante del Chile sigue siendo un gran misterio.
INVESTIGACION OFICIAL
Un hecho que no es muy conocido es la investigación que realizó la institución militar de la experiencia de Valdés. El cabo Roca (se desconoce su nombre de pila) fue quien tuvo la misión de entrevistar a todos los miembros de la patrulla, de manera de encontrar posibles contradicciones en los relatos.
Este estudio llevado adelante en completa reserva, contempló 180 minutos de grabación, visitas al lugar del suceso y la confección de un expediente “secreto”.
La investigación del cabo Roca se inició el mismo día 25 de abril cuando Valdés y sus hombres regresan a su unidad en Putre. Allí los jóvenes debieron reiterar una vez más su testimonio.
El resultado de la investigación realizada por el cabo Roca demostró que todos los jóvenes conscriptos no cayeron en contradicciones y fueron muy claros en contar los detalles de la experiencia.
La patrulla estaba integrada por siete conscriptos y el cabo Armando Valdés Garrido.
El relato del cabo Valdés y su patrulla fue ampliamente cubierto por los medios de comunicación regionales y nacionales. En este lugar de la Pampa Lluscuma ocurre uno de los incidentes ovni más investigados y difundidos de nuestro país. Se trataba de un lugar estratégico para el Ejército chileno.
24 Febrero 2013 - 9:41am
“El Día”
Nota: Exponemos este reporter publicado el día de ayer por "El Dia" de La Serena , pero no compartimos ciertas apreciaciones respecto a la actitud del Sr. Armando Valdés Garrido y la permanencia de este caso en vigencia absoluta.
Los hechos hablan por sí mismo, el tiempo pasado no ayuda en nada, y menos las creencias y las presiones que invaden a una persona relacionada con una religión que dirige la vida del ahora "Pastor" Valdés Garrido. Sin obviar las contradicciones captadas a través de los años de quienes han seguido este caso muy de cerca.