OSNI - EL ENIGMA DE LOS MARES
Autor: Scott Corrales
Desde hace décadas
se viene especulando que las supuestas naves extraterrestres que visitan
nuestro mundo consiguen hacerlo al viajar más rápido que la luz, gracias a los
avanzadísimos reactores de fusión nuclear que existirían abordo de tales naves.
Hablando en lenguaje sencillo, la fusión es la reacción termonuclear que se
obtiene cuando los núcleos de los átomos de luz se unen a los núcleos de átomos
de mayor peso, resultando en un prodigioso desprendimiento de energía (el
proceso mediante el cual las estrellas emiten luz y calor, dicho sea de paso).
La fusión controlada representa, por ende, una fuente energética mucho mayor de
lo que podemos obtener con nuestros reactores actuales de fisión atómica. A
pesar de que nuestros laboratorios dicen haber logrado la "fusión
fría", creando escándalos en la comunidad científica, la tecnología humana
en este campo parece haberse estancado desde la década de los '70.
La exégesis
ufológica posterior sugirió la existencia de otros medios de propulsión para
los OVNI: propulsión iónica, propulsión fotónica, de plasma y hasta de
antimateria. Pero los proponentes de la teoría de propulsión por fusión tenían
la ventaja de poder fundamentarse en ciertos casos en que testigos de toda
índole alegaban haber visto a los no identificados sustraer agua de nuestros
lagos, pantanos y mares, posiblemente para reabastecer sus fuentes de potencia.
El material fusionable y el agua serían los componentes básicos para realizar
el proceso.
En un trabajo
publicado en 1980 y titulado "Flying Saucer Technology", el
investigador y conferencista Stanton Friedman abundó sobre el papel que jugaría
la fusión nuclear como la fuente energética de los OVNI, sugiriendo la
existencia de numerosos efectos y maneras en que podría hacerse uso de los motores
a fusión. "Uno de los sistemas más llamativos para un sistema de
propulsión interestelar a fusión", escribió Friedman, "consistiría en
producir la reacción de tan sólo aquellas partículas que, al fundirse,
únicamente producirían partículas cargadas en vez de neutras." Esto,
explica Friedman, permitiría guiar las partículas
mediante el uso de
campos electromagnéticos, algo que parece no ser posible con las partículas
neutras más dispersas. Otro aspecto positivo en la dirección de un motor a
fusión sería la disponibilidad de "isotopos de hidrógeno y helio"
ligeros y disponibles a través del universo. Cualquier supuesta nave espacial
podría obtener combustible en cualquier parte, y ¿qué mejor lugar que los lagos
y mares de nuestro planeta?
Jacques Scornaux y
Christine Piens, autores de A la Recherche de OVNIS (Paris: Aura, 1977) también
hacen mención de las ventajas evidentes de la fusión nuclear, debido al bajo
rendimiento de desperdicios radiactivos, advirtiendo a la vez que los medios de
propulsión empleados por las enormes "naves nodriza" y sus naves
expedicionarias más pequeñas pueden ser completamente distintos. Aunque estos
autores franceses abogan por la fusión como el medio de propulsión empleado por
los ovnis, no dejan de advertir que la fusión nuclear controlada sería una
fuente de potencia bastante débil a la hora de realizar las paradas y arranques
repentinos que se imputan al fenómeno OVNI.
Otros exégetas de
la ovnilogía han manifestado que la densidad del agua representaría una barrera
altamente eficaz contra las radiaciones mortíferas que emanarían de cualquier
supuesta fuente de potencia abordo de un OVNI, y de ahí la necesidad de
reabastecimiento que han sido presenciada por numerosos testigos. En las
páginas del libro El triángulo de las bermudas (NY: Doubleday, 1974)
encontramos una entrevista con el Dr. Manson Valentine acerca de la presencia
de los OVNI en el Atlántico. Valentine advierte que los guardias forestales y
visitantes al pantano Okeefenokee del estado de la Florida (EUA) han visto
ovnis sobrevolando la zona, y el mismo Valentine afirma haber presenciado un no
identificado disparando un haz de luz azul hacia las aguas del lago. El doctor
Valentine apunta que la fecha de su avistamiento fue el 21 de agosto de 1963
cerca de Ashton. La nota que aparece al pie de dibujo del OVNI que extrae agua
dice: "el objeto parece estar abasteciéndose de agua de lago".
Especula Valentine: "es muy posible que repostaban agua, o que se llevaban
muestras de la fauna local para estudiarla".
Avistamientos
extraños
En ciertas
ocasiones ha sido posible ver a los tripulantes de los ovnis valiéndose de
maneras menos exóticas de conseguir agua..
En un caso
canadiense ocurrido en el verano de 1960, un maestro de escuela de la población
de Atikokan, provincia de Ontario, consiguió hablar con un
"personaje" local cuya reputación había sido arruinada por un
inoportuno encuentro con lo desconocido. El hombre, conocido por todos como el
"viejo Hank", alegaba haberse ido de pasadía con su esposa a las
orillas de lago Duckbill. Repentinamente un zumbido llenó el aire, lo que
despertó la curiosidad de la pareja. Llegaron a ver--desde una punto
elevado--un objeto circular de color verde que reposaba a la orilla del lago
mientras que sus tripulantes, "cuatro criaturas diminutas en trajes
verdes", se dedicaban a extraer agua. La mujer de Hank gritó y las
criaturas se refugiaron en su artilugio, que despegó y desapareció en los
cielos en cuestión de segundos.
¿Existe alguna
propiedad extraña en los lagos de la provincia de Ontario que resultan
atractivos para los ovninautas? El investigador John Robert Colombo hace
mención de una carta recibida de un empleado en la mina Atikokan -- el mismo
lugar que el anterior -- quien tras disfrutar de un buen día de pesca en la bahía
de Sawbill, vio un objeto extraño a un cuarto de milla de distancia a lo largo
de la costa rocosa. El objeto, descrito como "con forma de aro y
girante", recibía servicio por parte de figuras de cuatro pies de estatura
y cuyas cabezas iban cubiertas por gorros azules, con la excepción del que
llevaba uno de color rojo y que parecía ser el jefe. Uno de los seres portaba
una manguera de color verde brillante y parecía "estar absorbiendo el
mismo volumen de agua que estaba descargando". Este evento se produjo el 2
de julio de 1950.
Si un vehículo
supuestamente habilitado para cruzar distancias siderales se ve obligada a
utilizar mangueras para lavar sus sistemas internos, o para reabastecerse del
agua que requiere su motor de fusión, no debe sorprendernos leer un caso en que
los ovninautas se valen de cubetas para realizar su labor.
Un caso adicional
fue presenciado por Kathy y Gary Malcomb en el lago Champlain (estado de Nueva
York): la pareja se apercibió de un objeto con forma de platillo y lo que
parecía ser una enorme hélice saliendo de su estructura; el aparato aterrizó
sobre el algo y cuatro criaturas con gorras verdes dejaron caer una manguera de
plástico verde al agua, bombeándola hacia el interior de su nave (True Flying
Saucers and UFO Quarterly, Winter 1978).
Lo que vieron los
testigos
Durante las oleadas
ovni de la década de los '50 se produjeron informes de grandes cantidades de
agua que desaparecieron en los estados de Nebraska, Ohio y Dakota del sur. Pero
uno de los mejores casos que presentan la atracción de los OVNI por el agua sucedió
a mediados de los 1960 en la reserva Wanaque del estado de Nueva Jersey (EUA),
y que fue además escenario de muchos encuentros con lo desconocido por policías
y vecinos.
Los eventos
comenzaron en octubre de 1966 cuando agentes de la policía de Pompton Lakes
comenzaron a recibir llamadas telefónicas--y a tener experiencias propias--con
luces brillantes que se desplazaban sobre el enorme embalse, un cuerpo de
noventa mil millones de galones de agua situado en lugar bastante desolado. El
sargento Ben Thompson fue testigo de un objeto que parecía un "domo con
forma de pelota de fútbol americano" directamente sobre las aguas del
embalse a las 21:15 horas del 11 de aquel mes. El aparato parecía ejercer una
atracción curiosa sobre el contenido del embalse, haciendo que el agua fuese
"llevada hacia arriba...chupada hacia arriba", según el mismo policía
en una entrevista que le hiciera Lloyd Mallan. "El objeto volador
levantaba una gran manta de agua a unos 250 pies. El objeto tiraba del agua y me
era posible ver cómo se elevaba el líquido".
Aunque los objetos
desconocidos que operaban en las cercanías de Wanaque en aquel momento pudieron
haber sido fenómenos naturales, manifestaban una capacidad que sería de gran
utilidad para una nave que requiere el uso de agua para propósitos
insospechados. Otro incidente en el embalse estuvo relacionado con un haz de
luz brillante y con forma de embudo, "tan potente como el faro de una
locomotora", según lo dicho por el jefe de policía John Casazza. La luz
parecía provenir de un objeto que no era visible a simple vista, tal vez debido
a la calidad casi cegadora del haz de luz. Casazza estaba seguro que la luz no
provenía de ningún artefacto conocido.
El objeto que
proyectaba el haz de luz sobre el embalse, ¿estaría chupando agua al igual que
los objetos vistos en la Florida por el doctor Manson Valentine? La asociación
entre la desaparición de agua y el fenómeno OVNI prosigue hasta nuestros días,
como lo muestran estos casos de fechas más recientes.
En 1988, los
investigadores Richard Dell'Aquila y Dale Wedge investigaron casos de actividad
OVNI en las aguas de lago Erie--el menos profundo de los Grandes Lagos y el
único que se congela completamente en el invierno--que involucraba una central
nuclear así como una central eléctrica caldeada por carbón.
Una vecina de la
región afirmaba haber visto un objeto con forma de dirigible y con una luz en
cada extremo del fuselaje, balanceándose sobre el lago con el movimiento que ya
es característico de los ovnis. El objeto gris, cuyas dimensiones se estimaban
como mayores a las de un campo de fútbol americano, hizo crujir y agrietar el
hielo de la superficie del lago congelado.
Para cuando
desparaeció el "dirigible", los testigos pensaron que se había
sumergido bajo la superficie helada del lago Erie, y que "pedazos de hielo
descomunalmente grandes podían ser vistos en la zona del supuesto
aterrizaje". ¿Se trataba, acaso, de un objeto misterioso buscando dónde
ocultarse, o quizás intentando obtener agua en su estado sólido? El veredicto
de la US Coast Guard fue que los "planetas Júpiter y Venus" estaban
en conjunción esa noche y eso era lo que habían visto los testigos.
El fenómeno OVNI
también ha mostrado cierta predilección por los lagos congelados, como el lago
Boshkung de Minden, provincia de Ontario (Canadá). Los testigos a los
aterrizajes de aparatos extraños en esta zona durante 1973 dijeron que los
objetos aterrizaban sobre el hielo del lago, o se cernían sobre los cables de
alta tensión, o lo más curioso aún, "se cernían sobre los agujeros en el
hielo que permanecían después de que los pescadores habían retirado sus casetas
de pesca de hielo". Puesto resulta inverosímil que los objetos sintiesen
amor por la pesca de hielo, la alternativa más factible es que viniesen en pos
de H2O.
Y si no hay lagos,
las cisternas funcionarán como sustituto: el 19 de marzo de 1993, un enorme
OVNI circular fue avistado por tres niños que se encontraban a la entrada del
parque estatal Bosque Seco en Puerto Rico. Los chicos--identificados como Héctor,
Raúl y José, llamaron a otros vecinos de la región para que presenciasen el
enorme vehículo que bañaba la zona en luces policromáticas mientras que se
suspendía sobre la torre cisterna ubicada en el mismo centro del bosque. Rayos
luminosos de colores distintos bañaron el bosque, dejando atónitos a los
testigos. Aunque se dio parte a las autoridades, se desconoce si llegó a
radicarse un informe en la estación de policía de Guánica.
En su informe sobre
los avistamientos OVNI de 1995 en Votorantim, Brasil, la investigadora
Encarnación Zapata García hizo mención de las visitas de los OVNI al embalse de
Itupararanga. El testigo Marcos Lara, de 28 años de edad en aquel momento,
solía visitar el embalse con sus amigos y a veces pasaba la noche entera en
vela, esperando la llegada de los no identificados. En una ocasión, Marcos
recordó haber visto objetos extraños que se desplazaban sobre la superficie del
agua antes de remontar vuelo, pero la distancia le impidió ver si estaban
enfrascados en algún tipo de actividad.
Conclusión
"Enormes
superconstrucciones como ruedas", escribió Charles Fort en su legendario
El libro de los condenados, "penetran la atmósfera de la tierra y,
viéndose amenazadas con la desintegración, se zambullen en el océano o algún
medio más denso en busca de alivio".
Una gran cantidad
de libros escritos por autores de renombre han investigado la curiosa afinidad
que existe entre los objetos voladores no identificados y los lagos y mares de
nuestro mundo. La especulación sobre el tema ha recorrido la gama desde bases
submarinas operadas por alienígenas exóticos hasta civilizaciones completa de
acuahombres y acuamujeres--los presuntos herederos de la Atlántida--dotados de
una tecnología superavanzada y naves espaciales, que sólo permiten a los humanos
vistazos fugaces de su existencia en la profundidad de los mares.
No obstante, se ha
escrito menos sobre aquellos casos en que naves no identificadas, sin importar
su hipotético origen, hace uso de las aguas de nuestro mundo para propósitos
que se han asociado con la alimentación o la propulsión. ¿Sería cierta la especulación
de la antigua serie de televisión "V", que postulaba que los enormes
platívolos tripulados por reptiloides provenientes de la estrella Sirio venían
a drenar nuestros mares en beneficio de su civilización?
Fuente: Arcana Mundi - http://arcanamundiblog.blogspot.com/2008_01_01_archive.htm
Agradecemos a Scott Corrales esta valiosa aportación