Sobre las misteriosas explosiones atmosfericas escribi esta nota. Debo indicar que no fueron "sonidos", sino "explosiones" las que se reportaron en toda la costa este de los Estados Unidos de Norteamerica a finales de los años 90.
El martes, noviembre 5, 1996, a las 6:45 P.M., una docena de casas en los Condados de Santa Rosa y Escambia, al noroeste del Estado de la Florida , fueron sacudidos por extrañas explosiones. Los residentes llamaron frenéticamente a la policía reportando "explosiones en la atmósfera". Las llamadas se extendieron desde el Condado de Santa Rosa hasta Mobile, Alabama y desde Pensacola Beach a Cantonment. Todas reportaban vibraciones y cristales rotos es sus hogares. Al día siguiente, miércoles, noviembre 6, los residentes de estas áreas continuaron reportando las misteriosas "explosiones atmosféricas".
El 11 de noviembre, el periódico "Pensacola News Journal", publicó las noticias con el titulo: "Descartados los Ovnis, los terremotos y aviones supersónicos, como autores de las explosiones".
El Teniente David Speicher, portavoz de la Estación Naval Aérea de Pensacola, informó: "Por lo que sabemos, (las explosiones) no tienen nada que ver con la Estación Naval o con sus aviones". Otras bases militares del área, como la Hurlbort Field , la Base Aérea Eglin y la Estación Aérea de Guardacostas en Mississippi, "negaron haber volado aviones supersónicos" esos días.
Un jefe de la policía local dijo: "No he recibido ningún reporte de OVNI en el área de Gulf Breeze (al sureste de Pensacola), considerada un lugar favorito para esta actividad".
El sábado 11 de enero, 1997, Jim Bob Landry, dueño del barco Kendall Queen, partió de su embarcadero, cerca de la Carretera 27, en Comercial Boulevard, con un grupo de pescadores. Navegó hacia el oeste, por el canal Cypress Creek y se internó en los Everglades, en una parte conocida como Loxahatchee National Wildlife Refuge. Después de la pesca, cuando salían de regreso y cerca de 15 millas al este de Belle Glade, Landry y sus invitados escucharon "un fuerte estruendo".
Cuando llegaron a Lauderdele, fueron recibidos por un agente del Departamento de Fauna Silvestre y Pesca, "que nunca habíamos visto antes. No se parecía a ninguno que conocíamos. Lucía como del FBI. Nos dijo que estaba prohibido permanecer en Loxahatchee después de las 6 P.M.", dijo Landry.
Landry habló con otros capitanes de barcos que también oyeron las misteriosas explosiones atmosféricas en la región de Loxahatchee y le informaron que la primera fue reportada el 4 de enero, 1997.
Estas dos noticias no son nuevas, pues desde hace tiempo se han estado escuchando las misteriosas explosiones atmosféricas por toda la costa Este de los Estados unidos, en un área que comprende los estados de New York, Connecticut, New Jersey, Pennsylvania, Delaware, Maryland, Virginia, North Carolina y South Carolina.
La primera "explosión" se escuchó en noviembre 23 de 1977 y continuaron a intervalos hasta el día 21 de diciembre. Más tarde, el 29 de diciembre el entonces Presidente Jimmy Carter, a través de la Casa Blanca , ordenó a algunas agencias del gobierno a hacer una investigación sobre las misteriosas explosiones que conmovieron toda la costa Este de los Estados Unidos. Ninguna de esas agencias pudo dar explicación a las extrañas explosiones.
El Departamento de Defensa – en el Pentágono – dijo no tener conocimiento o explicación en ninguna de las explosiones reportadas, añadiendo que lo militar no tenía nada que ver con las explosiones. Los Guardacostas dijeron no saber nada de ellas: "No tenemos ninguna explicación al respecto. No sabemos cómo explicar lo ocurrido". La NASA., por su parte, informó: "No tenemos ninguna idea". La National Oceanic and Atmospheric Administration concluyó: "No sabemos nada al respecto y no podemos dar explicación por el momento". El Departamento del Interior dijo: "Nosotros seguimos lo que dice el Departamento de Geología". A su vez el Departamento de Geología aseguró: "Las explosiones no pueden ser explicadas".
El Dr. William Donn, a cargo del programa de ciencias atmosféricas en el Observatorio de Columbia en el Estado de New York, expresó, refiriéndose a las explosiones, que éstas "no fueron producto de bombas nucleares o del avión supersónico Concorde. Son explosiones de alguna naturaleza". Rechazó, también, que fueran meteoritos entrando en nuestra atmósfera. "Todavía no se saben las causas", dijo.
Las explosiones fueron registradas con mucha intensidad por los súper sensitivos micrófonos y grabadoras en la Universidad de Colombia. Un hecho interesante es que estas misteriosas explosiones ocurrieron antes, durante o después de avistamiento de Ovnis en toda esta zona. Lo que nos hace pensar que las extrañas explosiones pudieran estar, hasta cierto punto, vinculadas a estos objetos.
En el pueblo de Plymouth, algunos residentes reportaron haber observado un Ovni en el momento en que se producía una de las explosiones. Tom Colledge, un campesino del lugar, dijo que alrededor de las 12:45 A.M., sintió una tremenda explosión. Acto seguido, corrió hacia la ventana y pudo observar un extraño objeto u Ovni que volaba a unos 50 metros de altura. "Nunca había visto nada semejante. Tenía la forma como la punta de una flecha. Parecía como si tuviera cuatro motores en la parte de atrás, ya que se podía observar llamaradas anaranjadas. Tenía luces que oscilaban como las de los carros patrulleros de la policía, cuatro o seis luces rojas dando vueltas y una tremenda luz blanca, muy brillante, que se proyectaba hacia abajo iluminándolo todo. La nave tenía unos 25 metros de ancho por 30 de largo".
Colledge y su esposa observaron el extraño Ovni volar a unos 200 metros de su casa. Más tarde, el objeto desapareció detrás de un cerro, poco antes de la 1 P.M.
En esa misma área, a tres millas de distancia, Bob Travers, su esposa Margaret y su hijo Tom de 16 años, oyeron la tremenda explosión. Travers corrió hacia la ventana y observó el mismo objeto, que se movía ahora a unos 200 metros de altura. "Puedo decir que era tan grande como una casa. Su forma era parecida a la punta de una flecha. Tenía dos o tres hileras de ventanillas cuadradas". La Sra. Travers salió por la puerta del patio y observó, también, el Ovni: "Tenía luces rojas y verdes, y una gran luz blanca que iluminaba el valle".
En la Base Aérea de Hancock, situada a 50 millas del lugar, se pudo comprobar que no había aviones militares o comerciales en el área en el momento de la explosión y del avistamiento.
En diciembre 2, en la ciudad de Charleston, Carolina del Sur, el mecánico William James Herrmann, de 25 años de edad, escuchó una tremenda explosión a eso de las 9:30 A.M. Al mismo tiempo pudo observar: "Un objeto metálico, redondo y muy brillante, volando sobre las torres eléctricas de alta tensión a una distancia de 200 metros. Era muy brillante y se encontraba inmóvil, como flotando sobre las torres eléctricas", afirmó.
Ocho horas después del avistamiento de Herrmann y solamente 90 minutos después de otra misteriosa explosión, la Sra. Phyllis Crowl y su hija, en New Jersey, tuvieron un encuentro con otro extraño objeto que volaba lentamente a una altura de 70 metros, atravesando la carretera por donde las dos mujeres viajaban. "Tenía luces blancas muy brillantes en la parte delantera y una azul en la trasera. De pronto, ¡se separaron! La luz azul desapareció velozmente en una dirección y la blanca en otra".
El día 4 de diciembre, solamente dos noches después del avistamiento del Sr. Tom Colledge, George W. Richard, de 59 años de edad, observó: "Una luz muy brillante a la altura de la copa de los árboles. Parecía tener una cabina con tres ventanillas separadas entre sí. Las ventanas eran cuadradas y estaban situadas una arriba de la otra. Tenía dos luces rojas oscilando al frente. Después, desapareció detrás de un cerro".
El 13 de diciembre, el sargento de la policía Robert Snyder, de Long Beach, New Jersey, observó tres luces muy extrañas en el cielo por la noche: "Las estuve observando por espacio de 45 minutos, mientras hacía mi patrulla. Yo tengo una licencia de piloto y puedo asegurar que no se trataba de aviones". Snyder dijo que las luces eran de color amarillo brillante y que aparecían y desaparecían a intervalos de segundos.
William Hayes, director de la Defensa Civil del Condado Ocean de New Jersey, dijo que sintió un total de 9 explosiones en las costas de New Jersey entre el 2 y el 21 de diciembre y que, en ese intervalo de tiempo, muchas personas lo llamaron a la oficina reportándole avistamientos de Ovnis. "Las personas reportaban esas cosas (los Ovnis) al mismo tiempo que las explosiones".
El 10 de enero, el Canal 9 de la televisión de Ohio, recibió 13 llamadas de residentes alarmados con extrañas explosiones. La señora Jenny Morgan de Fairfield, reportó que había escuchado algo similar al disparo de una escopeta. La policía confirmó haber recibido quejas sobre las misteriosas explosiones. Las explosiones continuaron hasta el sábado por la noche. Se recibieron quejas también en las localidades de Columbus, Alexandria y Dayton.
Haciendo un análisis general, podríamos llegar a la conclusión de que se abre, ante nosotros, una nueva intriga en el estudio de los Ovnis. Aunque la conexión entre estas misteriosas explosiones y los Ovnis no son un nuevo concepto para nosotros. Hace tiempo que venimos acumulando informaciones sobre estos fenómenos y, como ven, no es la primera vez que ocurren.
Aquí en Miami, Florida, por ese tiempo, el arquitecto Raúl Piñón junto con su esposa y el ingeniero Renier Jurado, observaron, un miércoles a las seis de la tarde un objeto volador de color amarillo brillante. Dicho objeto, después de un vuelo veloz de occidente a oriente, tuvo una "explosión" y se transformó en un disco color plata y luego en varias "estrellas" que siguieron volando en la misma dirección, pero en forma ascendente. Otras personas informaron, también, del extraño suceso. Las autoridades no registraron ningún vuelo espacial o ningún fenómeno astronómico. Más tarde, esa misma noche del miércoles, el hijo del arquitecto Piñón, oyó una explosión similar a la anterior y después de ésta, la aparición de un disco color plateado.
En el año 1948, y encontrándome pasando una vacaciones de verano con mis tíos en el pueblo de Gibara, provincia de Oriente en Cuba, fui testigo de un hecho insólito. Andaba caminando, con mi prima y otros amigos, por las lomas que rodean el pueblo, conocidas por el nombre de "El Cuartelón". Era mi primera visita a Gibara y me estaban enseñando desde estas lomas la vista general del pueblo, el mar, la desembocadura del Río Gibara y al otro lado una loma de forma singular que fue bautizada con el nombre de "La silla de Gibara". De pronto, una gran explosión se escuchó. Nos quedamos paralizados. Parecía venir desde lo alto del cielo y pudimos sentir la tremenda expansión. Después de los primeros minutos de sorpresa, corrimos hacia el centro del pueblo. Allí todo el mundo había salido al medio de la calle y se encontraban mirando hacia arriba, asustados y perplejos ante lo insólito. No hubo explicación oficial y nadie pudo dar respuesta al origen de la misma.
En junio 30 de 1908, una formidable explosión sacudió todo el mundo. Distintos observatorios registraron el paso de dos ondas diferentes, que dieron varias vueltas al planeta. Su centro fue ubicado en una desértica región de la alta Siberia. Más tarde, el 15 de octubre de 1976, muchos años después y habiéndose realizado varias expediciones al lugar, los científicos soviéticos llegaron, entre otras conclusiones, de que la gigantesca explosión se debió al estrellarse y explotar, en la atmósfera, una nave extraterrestre propulsada por energía nuclear. Alexie Zolotov, un científico prominente, que con su equipo de asistentes realizaron investigaciones en el área del impacto, declaró a la agencia noticiosa rusa TASS: "Presumo que el objeto penetró en la atmósfera terrestre; quizás fuese un navío construido por seres dotados de una inteligencia procedente de otros mundos del Universo".
Indagando aún más en el pasado, nos encontramos anécdotas sobre explosiones, rayos, truenos, etc., en diferentes libros sagrados como en el Ramayana, el Mahabharata y en el Drona Purva. Consideramos de enorme importancia la explosión y la descripción del "hongo atómico" que nos narra el Mausola Purva. Todos éstos son libros sagrados de la
India. Por otro lado la Biblia nos cuenta... "Entonces el señor hizo llover del cielo sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego por virtud del señor" (Génesis, 19, 24). Analizando este pasaje desde el punto de vista científico, observamos que: El azufre es uno de los principales componentes de la pólvora, utilizado desde oscuros tiempos por los chinos.
En la región del Mar Muerto – lugar donde se supone estuvieron las ciudades de Sodoma y Gomorra – se encontraron en las rocas petrificadas señales de isótopos radioactivos, característicos de las explosiones termonucleares.
El Departamento de Investigaciones Nucleares de la República Árabe Unida halló cantidades anormales de radiactividad en las regiones de Rachi, de Dariat y en la península de Sinaí. Esta radiactividad podía ser debida a explosiones atómicas. En varios puntos de la Tierra se han descubierto extraños fragmentos de compuestos petrificados teniendo isótopos radiactivos, característicos de explosiones nucleares. Estos lugares que hoy en día desconcierta a los científicos son: Irak, Líbano, Mar Muerto, Libia, Bohemia, Texas, México, Perú, Australia Central y otras zonas del globo.
A veces pensamos que estos hechos pertenecen a un pasado lejano y mitológico. Cuentos e historias de ficción ya pasadas. Rechazamos y no queremos admitir que continúan sucediendo en la actualidad. Que forman parte de nuestra vida cotidiana, de nuestro mundo real. Quizás porque nuestra manera de pensar ha cambiado y hoy enfocamos los problemas desde un punto de vista "científico". Pero debemos recordar que en el pasado "ciencia y religión" no eran más que una sola cosa.
De una cosa sí todos estamos seguros: Que estos alienígenas se nos presentan también con ¡bom!
Virgilio Sanchez-Ocejo
Miami UFO Center