Según el testimonio del Sr. Segundo Hernán Godoy López, casado de 50 años de edad, con estudios técnicos en Aire Acondicionado, y domiciliado en la capital Santiago, el mes de Noviembre del año 2008 vivió la siguiente experiencia:
Alrededor de las 18:30 hrs en pleno día, con el cielo despejado, se encontraba trabajando en la azotea de un inmueble en la calle Alonso de Córdoba casi al llegar a la Avda. Américo Vespucio, cuando “sintió la necesidad” de mirar hacia arriba en dirección Sur. En ese momento diviso un gran objeto metálico que se desplazaba. El objeto no emitía brillo, y era de un color gris oscuro, según el testigo calculó que él estaba a una distancia de 10 cuadras, aproximadamente un kilómetro del objeto, el cual se desplazaba lentamente hacia el sector Norte, a la altura del cerro Manquehue, al NE, hacia la cordillera de Los Andes.
La descripción del objeto es:
La parte delantera era rectangular y en su parte central se distinguían claramente dos ventanas rectangulares medianas. No era muy alto pero si largo. Primeramente lo vio de 1,5 mts, y después cuando se acercó a unos 100 metros, estimó que su frontis era de unos 10 metros, al igual que su parte trasera. Se apreciaba un objeto cuadrado. La parte trasera tenía una parte dentada, no era igual aunque de un mismo largo. Terminaba en cuatro puntas. No vio antenas ni focos de alguna luz.
Las ventanas eran absolutamente negras. En la ventana negra de la derecha, observó dos figuras humanoides hasta la cintura, delgadas, de color gris y no les distinguió facciones. El color de sus cuerpos era gris muy claro y se distinguían ambos seres nítidamente en el rectángulo, uno al lado del otro. Sus brazos se afirmaban en el marco de abajo, con movimientos torpes se movían hacia los lados, como mirando y buscando algo, al unísono. Estaban como apreciando el panorama.
El testigo no escucho absolutamente nada, pero sí en un momento que pretendió moverse para avisar a sus colegas trabajadores que estaban en el piso de abajo, no pudo moverse. Estaba completamente paralizado, sólo podía mover los ojos. Dice no haberse desesperado ni sentir miedo y enfrentó la situación. Notó que los ruidos de la calle, muy estridente a esas horas por el tráfico, cesaban, y se aislaban. Sintió que la presión atmosférica aumentaba, y que su cuerpo estaba muy presionado, se puso denso, y esta situación duro hasta que el objeto se alejó como 10 metros de donde él estaba trabajando, también en ese momento sintió que la normalidad volvía a su alrededor.
El objeto siguió alejándose en línea recta y lentamente. Logró ver que este no tenía alas, ni otros aditamentos. Era simplemente rectangular y casi cuadrado en su base, le calculó unos 3 metros de alto. Agrega el Sr. Godoy no haber sufrido afecciones cutáneas, corporales ni mentales. Aparte de haber quedado paralizado momentáneamente en un momento dado, de su experiencia tampoco tiene problemas ópticos. Calcula unos 15 minutos totales de su experiencia, desde que comenzó su observación hasta que concluyó.
Califica su experiencia como la más interesante de su vida.
Raúl Gajardo Leopold
Investigador