LA LEYENDA VIVE AUN
La iluminada Helena Vacarezza Klemen fundó el 27 de Noviembre de 1927 la “Hermandad del Pacifico”. Esta carismática mujer que nació en el año 1890 y murió con más de 90 años, llegó a tener más de 500 adeptos en la zona de Coquimbo, La Serena y todo el Valle del Esquí.
Dicha mística, expresó que en el valle estaría el centro espiritual del mundo, pues dada su situación privilegiada geográficamente, grandes iniciados de la India habían vaticinado con anterioridad - en el año 1949 - el traslado del centro espiritual del Planeta. Este cambio sería desde los lejanos Himalayas tibetanos hasta nuestra precordillerana andina. La idea anterior se reactivo aún más, cuando los astronautas de la misión Géminis en el año 1967 expresaron haber visto unos puntos brillantes desde el espacio precisamente en el Valle del Esquí, que para algunos sectores espirituales de la zona, no había duda que esto indicaba un presagio de buenaventura para este lugar.
El situar el centro espiritual del orbe, en el paralelo 30º, según los puntos de radiaciones debido a la variación del eje magnético de precesión de nuestro planeta, esto llevaría hacer nacer una fuerza espiritual que lograría cambios trascendentes en el mundo. Mucha gente de todas partes de Chile comenzó a concurrir a este valle con la idea preconcebida de cambiar sus vidas y su entorno.
Este mundo espiritual y místico, quizás hizo que comenzara un rumor imparable en el año 1947. Se relata la llegada a Coquimbo de una treintena de monjes tibetanos, los cuales se adentraron en la precordillera justamente en el paralelo 30º latitud sur, historia que es conocida por muchos lugareños. Según esta leyenda se adentraron por los desfiladeros cordilleranos y nunca más se supo de ellos. Los comentarios de un monasterio resguardado por una fuerza invisible, el cual los protege de los intrusos, circula entre la gente mayor de la zona. No ha faltado quien ha tratado de encontrar este monasterio y sus misteriosos monjes pero ha sido imposible localizarlos hasta la fecha.
Los problemas de aviones que han ocurrido en la zona han sido atribuidos a esta fuerza magnética invisible que emana del monasterio, incluso un anciano vecino de Paihuano no dudo en confesar a quien escribe, que él mismo en su juventud vio algunos monjes tibetanos en Coquimbo, preparándose para internarse en la precordillera por los años cuarenta.
Quizás relacionado con estos rumores, en Abril de 1974, en el balneario de la Herradura en las cercanías de Coquimbo, los miembros de esta Hermandad del Pacifico hicieron el anunció que nacería el “niño del Perdón” el cual tendría “poderes más grande que los que tuvo Cristo”, o sea la reencarnación de un nuevo “niño elegido” por el Dhrama expresado según la filosofía budista. El niño al parecer fue muy normal y no tenía ningún poder especial, la consecuencia fue que muchos adeptos a esta Hemandad se decepcionaron al transcurrir los años.
A fecha de hoy, el valle del Esquí es considerado un reducto igualmente de paz, meditaciones y armonía, donde mucha gente se aleja del mundanal ruido. Al parecer, igual que aquellos monjes tibetanos que permanecen ocultos en un lugar mágico de las montañas… y que según algunos lugareños, aún permanecen protegidos por un aura magnético invisible, que brilla en las noches estrelladas en este hermoso rincón del norte de Chile.
Raúl Núñez
IIEE-Chile