La estadía del investigador español Ramón Navia-Osorio en Chile, no es otra más de las tantas que ha realizado a este país. Como todos sabéis, el “extraño ser de La Noria” estudiado en Europa durante cuatro años por parte de varias universidades de aquel Continente ha traído sus secuelas. Es así, como en charla en privado con miembros del IIEE ya se saben ciertos matices de este, sus controvertidos orígenes, el significado de su entierro, los análisis a los cuales ha sido sometido, su contextura antropomorfa, etc, etc.
El “extraño ser” un simple feto para quienes no quieren complicarse la existencia, pero para otros, entre ellos varios importantes científicos, raya lo increíble y lo indescifrable. La pequeña muestra ha viajado por muchos países de la mano del IIEE. Todo esto para ser sometido a diversos análisis, incluyendo varios de ADN
Según Navia-Osorio la solo presentación del "ser" a términos académicos, ha traido de cabeza a varias universidades europeas, quienes no han querido pronunciarse ante la falta de referencias que tienen ante una muestra tal, que los aparta de sus formulas habituales.
Algunos importantes científicos, que no han querido que los identifiquemos con sus nombres han desechado totalmente que sea un feto, pero a la petición de una información más oficial y un pronunciamiento científico al respecto no han querido dejar sus nombres comprometidos. En cambio, resulta curioso que los estudiosos que postulan que el "ser" es un feto, igualmente no desean dejar constancia oficial de sus resultados. Solo podemos agregar una vez más, y como en más de una oportunidad hemos mencionado “con el Vaticano de la Ciencia hemos tocado”
Los intereses de todo tipo que rodean al mundo cientifista los tiene amarrados como una "camisa de fuerza" invisible y hay que cuidar las poltronas, becas, puestos academicos, como sea... o sea nadie se moja..
Es el mundo actual que nos ha tocado vivir, donde prevalece la mentalidad decadente y cobarde, a verdaderos rompedores de moldes en beneficio del conocimiento y la evolución del mismo.
A pesar de todos estos inconvenientes, y el gasto económico que ha traído consigo esta búsqueda, el IIEE ha seguido la huella de otros ejemplares que se encontrarían enterrados cerca de la zona de Mamiña y no ha cesado de buscar al respecto nuevas referencias que hagan más fácil y concreto un pronunciamiento oficial sobre este “extraño ser”, encontrado en la salitrera abandonada de La Noria el año 2003 y que fue adquirido por el IIEE en el 2004, todo esto para saber realmente su historia, sus orígenes y ante que nos encontramos realmente.
Pedro Rivas Roth
Periodista